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Desde el alto cielo mira el Señor para ver si entre toda la humanidad hay aunque sea uno que sea entendido y busque a Dios. Pero no; todos se han descarriado; todos están corrompidos por el pecado. No hay ninguno bueno, ¡ni siquiera uno! ¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo? Devoran a mi pueblo como pan; y en cuanto a orar, ¡ni pensarlo!

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